viernes, 22 de abril de 2011

Un trabajo por fin terminado

He comenzado mis vacaciones de Semana Santa con muchas ganas. Ayer, no dejé que se fuera el día sin terminar una labor que llevaba más de un año empezada y que nunca veía el momento de acabar. Se trata de una bolsa para Aitor.



La historia de la bolsa es la siguiente: cuando me quedé embarazada me volvió la fiebre por el punto de cruz. Ya he contado que bordé unos cuantos baberos, sábanas y toallas. Entre otras labores, bordé el nombre de Aitor sobre un retal de tela estrecho y alargado que tenía en la caja de labores y que hasta entonces no había encontrado utilidad. Se trata de un tejido grueso, con trama de color beige tostado. Decidí bordar unas letras inspiradas en las manchas de las vacas. Sin embargo, en vez de utilizar el blanco y negro y la gama de grises del original, opté por una paleta de marrones y tostados. Me llevó su tiempo bordarlo, porque el tejido tiene la trama muy prieta y hay que fijar la vista una barbaridad, pero quedó bonito.



Luego, le pedí a mi madre que convirtiera el retal en una bolsa.

Me gustó mucho el resultado, aunque tenía una pega. Y es que cuando bordé el nombre no medí bien el centro de la tela de modo que el bordado no estaba centrado. Le dije a mi madre que al hacer la bolsa cortara la tela más de un lado que de otro con el fin de centrarlo, pero ella no lo hizo porque la bolsa quedaría demasiado estrecha.

El caso es que la vista se me iba siempre hacia el nombre descentrado. Por eso, decidí añadir otros motivos que distrajeran la mirada sobre las letras. Encontré unas graciosas jirafas (sí, son jirafas aunque no lo parezcan) con cuerpo estampado, y pensé que le irían bien a las letras manchadas. No encontré vacas, que era mi idea inicial, pero con las jirafas también quedó bien.


Cuando las terminé, el resultado no me convencía. Me parecía que el conjunto quedaba soso, deslavazado. Por eso, añadí las hierbas, que inicialmente sólo pensaba poner bajo las jirafas, también a las letras. Además, aproveché estos hierbajos para extenderlos a izquierda y a derecha según me convino a la hora de centrar el nombre.



Finalmente, añadí unas graciosas moscas y la marca, como no podía ser de otro modo.



Aunque he dado muchas vueltas con este trabajo, el resultado final me gusta. Espero que opinéis igual ;) Ah! y se admiten sugerencias sobre el uso que puedo dar a la bolsa...



1 comentario:

  1. Al fin!!! Acabaste!! A mi la vaca de la derecha que me parece una jirafa cuellicorta... jaja!!!

    Está genial, primapost!! Yo es que a las que haceis estas cosas, que necesitan tanta paciencia... os admiro!!

    :)

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