Por fin, los banderines...

cHace meses que tenía pensado hacer unos banderines para la habitación de Aitor. Desde que me acerqué al mundo craft, observé que están por todas partes, y es que son muy alegres, decoran cualquier estancia y evocan la festividad permanentemente.

Por ese motivo, compré distintas telas en IKEA, con unos estampados fantásticos y colores muy vivos, y embarqué a mi madre en este nuevo proyecto. Sin embargo, como tantos otros, quedó a medias y tres tristes banderines permanecieron apilados sobre la estantería de Aitor durante los últimos meses.

Entre medias, llegó el cumpleaños de Perejil y aproveché las telas que había comprado para hacer unos banderines similares, aunque más sencillos en su elaboración. Si quieres leer sobre esta locura -más de 400 banderines en decenas de metros- pincha aquí.

Cumple de Aitor, mayo de 2011

Cuando el mes pasado compré la máquina de coser, me dije que éste sería el primer proyecto a acometer con ella. Y así ha sido...

Tres de los banderines los había cosido ya mi madre; yo "hice" los otros tres, aunque luego ella los repasó y allá donde había curva impuso recta...




Mi primer contacto con la máquina de coser...


Para rematar, un vivo amarillo, reciclado de los restos de tela que sobraron y voilà...

Como decía, en principio esta guirnalda estaba pensada para la habitación de Aitor, pero no me convencía cómo quedaba en su estante, así que fui habitación por habitación de casa sin saber dónde colocarla. Al final, se ha quedado en el cabecero de mi cama... por cierto, cabecero que tiene ya unas cuantas décadas, porque pertenecía a la cama de mi abuela ;)