Primer acercamiento al patronaje...

Hace un par de semanas asistí en Mundanalrüido a un taller de patronaje a cargo de Susana, de Merysú. A partir de una prenda propia sacamos el patrón para poder hacer una igual, o parecida... Y digo esto porque partí de un blusón abotonado de manga larga y terminé haciendo una blusa cerrada y sin mangas...

La verdad es que fue todo bastante improvisado, porque me presenté al taller sin prenda propia ni tela para hacer una nueva. Así que me di la vuelta, rebusqué en el armario, rebusqué en la cesta de las telas y, voilà, ya tenía un proyecto... un blusón veraniego y una tela de patchwork que guardaba para forrar algún día un Malma me dieron la solución.

Lo pasamos estupendamente durante los dos días de taller, se creó muy buen ambiente entre las participantes, algunas se atrevieron con patrones de vértigo...



La más intrépida del grupo, con un vestido complejísimo...





Espacio Mundanalruïdo, un paraíso de creatividad en Santander


 Belén y yo optamos por una pieza bastante sencilla, pero Ruth y Julia tuvieron que pegar papeles aquí y allá para ir dando volumen a su patrón inicial. Patri trabajó para hacerle un lindo vestido y una faldita a su pequeña, y Natalia apostó por un minivestido...




Patrón diminuto, todo precisión





Preciosa tela para preciosa falda





Alfileres de patchwork, bonitos, flexibles... y un ¿17?

 La pena es que no llegamos a coser la prenda, de modo que será una incógnita conocer el resultado del trabajo que hicimos... Bueno, en mi caso juego con ventaja, porque hace unos días que mi madre estuvo en casa y como siempre que puedo la pongo a coser, aproveché para sacar la tela... Cosió y cortó y volvió a cortar y descosió y ajustó...

Hubo que abrir más el cuello, al que incorporamos un mini pico. Al principio pensaba en hacer una tapilla y botones, pero como no teníamos demasiada tela deseché la idea. También abrimos los laterales de abajo dibujando unas aberturas. Para rematar las mangas, el cuello y el bajo, y debido a que estábamos escasísimas de tela, usamos un vivo de color mostaza que tenía por casa para hacer alguna otra cosa, pero que casualmente le iba de cine a la tela.

Por último, rescaté un proyecto de broche que hice hace algunos años y que nunca llegué a terminar. Le pedí a mi madre que le cosiera alrededor un poco del vivo mostaza y otro poco de otro vivo verde oscuro, y lo coloqué en la pechera izquierda....

¿Os gusta?

Tengo que agradecer a Belén, compañera de taller y artista de primera, que me haya dejado usar sus fotos para ilustrar esta entrada. Hizo un reportaje de ensueño del taller y de Mundanalruïdo, un espacio con una luz especial, como ella dice. Gracias Belén ;)