De segundo, un poco de punto de cruz

Ya comenté en mi primer post que hace muchos años me dediqué al punto de cruz. De aquella época tengo algunos cuadros y también varias labores empezadas y aún no terminadas, esperando un tiempo y dedicación que no sé cuándo llegará.

Sin embargo, cuando me quedé embarazada de Aitor me enganché de nuevo a esta labor, con la que se pueden hacer unos trabajos para bebés realmente bonitos. La ventaja del punto de cruz sobre otras técnicas y manualidades estriba en que es fácil obtener buenos resultados sin necesidad de tener una gran técnica. Nunca fui buena en dibujo, la mano alzada me da vértigo y en muchos trabajos tiendo siempre a perfeccionar y acabar recargando. Sin embargo, el punto de cruz no es más que seguir el guión, un gráfico, lo que asegura un resultado perfecto. Eso sí, la creatividad en este caso desaparece por completo.

Hoy quiero mostraros dos de los últimos trabajos que he hecho en punto de cruz: un elefante y un hipopótamo de circo que bordé para la colcha y la chichonera de la cuna de Aitor. Me llevaron bastante tiempo, porque los motivos eran complicados, con muchísimos colores y variaciones. A esta dificultad yo añadí mi empeño en bordar sobre una tela que tuviera una trama muy tupida, de modo que los puntos quedaran muy unidos y la cruz no se llegara a apreciar.

Una vez bordados, mi madre los aplicó a la colcha y al protector de la cuna que ella misma cosió siguiendo el modelo de edredón y chichonera de Nahia. El resultado me gusta, porque los colores alegres de las figuras resaltan mucho sobre el blanco. Espero que también sea de vuestro agrado.