martes, 5 de abril de 2011

Una de papelitos...

Hoy os voy a mostrar la última de papelitos.

El tiempo escasea para todos, pero en mi caso se ve reducido a la mínima expresión porque tener un pequeño de once meses que está empezando a moverse de un lado a otro sin parar no ayuda demasiado a hacer cosas con tranquilidad. No me voy a quejar porque me siento feliz como una perdiz... o como una lombriz, que escuché hace no mucho...

Por eso, porque no tengo demasiado tiempo, voy creando a golpe de calendario, y así me encuentro que llego por los pelos a las fechas señaladas... Es el caso del regalo que Aitor y yo le hicimos a Diego con motivo de su primer Día del Padre.

Recuerdo cómo le cogí la silueta de la mano justo antes de meterle en la bañera, a toda prisa y de cuaqluier manera porque el chiquito no entendía lo que hacía y no paraba de levantar su manita del papel, y yo le cogí la silueta sin saber para qué la iba a utilizar... Y recuerdo que me dieron las tantas decorando la libreta, y que fue en un despertar de Aitor cuando al tenerle cogido dándole teta para luego depositarle en la cuna se me ocurrió la idea de usar la mano como separador... hay que ver la cantidad de cosas que se me ocurren cuando estoy amamantando... como no puedes hacer nada más, te da por pensar...

Pero hecho está y lo importante es el resultado, aunque pase un poco (bastante) sueño.

Tengo unas cuantas pequeñas libretas muy sencillas que me gusta forrar y decorar. Por eso, para el Día del Padre pensé que sería una buena idea escrapear una de ellas y convertirla en un cuaderno de campo, en un cuaderno viajero (Marieta, cómo me gusta el cuaderno viajero de Nahia), donde Diego vaya recogiendo las excursiones que hacemos con Aitor, y que ya son unas cuantas pese a que aún no ha cumplido un año.



Para forrar la libreta opté por el cartón de la caja de cereales Kellogg's, que da muy buen resultado. Es un cartón delgado pero fuerte, firme y muy liso, que se trabaja muy bien. Ya lo utilicé en otro trabajo que os mostraré un día de estos. Para fijar el cartón a la libreta utilicé una cinta adhesiva de doble cara que compré en Bámbola a un precio muy asequible (4€ unos 30 metros) y que pega de maravilla. Antes de pegar el cartón a la portada y a la contraportada, coloqué una cinta de tela entre el cartón y la libreta a modo de separador de hojas.

Una vez que la libreta estaba forrada, la decoración tenía que ser sencilla, para incidir aún más en el aspecto "de reciclaje" de la misma. Como iba a ser una libreta de viaje, troquelé un óvalo festoneado (scalloped) sobre un folleto de una exposición de la Fundación Botín en el que aparecían imágenes de mapas. Cuando Diego lo trajo a casa lo guardé como oro en paño para hacerle algún día algún proyecto scrap. Diego adora los mapas, puede estar delante de uno durante todo un día sin levantarse de la silla.

Sobre el óvalo coloqué una 'P' de papá de color negro y con relieve. Aunque en la foto no aparece, días después completé la portada con una frase que he colocado en la parte de abajo: 'Paseos con papá, diario de caches y otros divertimentos'. No pude hacerlo para la ocasión porque la impresora estaba estropeada...

En la contraportada, troquelé sobre el mismo decorado de mapa una etiqueta y le pasé un trozo de cinta como la empleada para el separador. Sobre la etiqueta puse mi marca 'Hecho con mucho amor'.

Como la cinta separadora no me convencía, me parecía un poco sosa, recurrí a la silueta de la mano de Aitor, que se la había cogido aunque no tenía claro qué uso daría finalmente. Me vino como anillo al pelo utilizarla de separador. Además, es lo suficientemente pequeña como para que no sobresalga de la libreta. Sobre la mano escribí Felicidades Papá y la fecha (me cuadró poner '19 de marzo de 2011' en los cinco dedos...).



La única pega que se me presentaba al utilizar la silueta de la mano era que como ésta va anudada a la cinta separadora, el nudo hace que la libreta tienda a quedar abierta. Entonces, pensé que la solución estaría en convertir mi libreta en una Moleskine por obra de una sencilla y atractiva goma.

Como guardo todo, también guardé una goma naranja brillante (seguro que Alberto recuerda perfectamente) que envolvía la caja de Petit Bateau que contenía un lindo body de recién nacido que Karmele, Liliana y el propio Alberto nos regalaron antes del nacimiento de Aitor. Corté un trozo de esa goma (todavía tengo otro para próximos trabajos ;)), atravesé con ella dos puntos de la contraportada de la libreta y abracé de esta forma la portada.




Para rematar la faena, hice uso de un sello que compré para la ocasión: 'A FATHER IS STRONG BRAVE HARD WORKING LOVING GOOD HANDY'... Como me gustó mucho, lo puse tanto en la contraportada como en la mano... ya sabéis, me emociono y me paso...y me dejé por el camino otro sello similar con el símbolo de reciclaje que hubiera sido muy apropiado para esta libreta, completamente reciclada ;)


Buenas noches.


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