Cuentos de infancia reparados con washi

Hoy ha sido un día de calor hogareño, tranquilidad y sencillas manualidades. Después de una larga semana de Navidad en la que no hemos parado ni un minuto para que Aitor disfrutara a tope de cuantas actividades mejor en Madrid, hoy se ha quedado en casa de los abuelos y nosotros hemos hibernado con Alain... Las temperaturas en la sierra no han subido del grado y la niebla apenas dejaba ver diez metros.



Desde mi ventana

Por eso, no he salido de casa y me he dedicado a reparar unos cuentos de mi infancia que tenía por aquí olvidados. Me traje unos cuantos rollos de washi, así que me he puesto a pegar aquí y allá, hasta dejar los libros como... nuevos?; bueno, nuevos no, pero me encanta cómo han quedado, con esa sensación de haber sanado algo que tiene mucho valor sentimental, con tiritas de washi...




Algunos de los rollitos que he utilizado

 

 

 

 

 

 

 

Y de todos, el que recuerdo con más cariño es el de los Números, así que os cuelgo algunas fotos del interior, que también he arreglado con washi...

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Buenas noches.